Todos los caminos van a ninguna parte
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Gran mentira repetida y que por desgaste se convierte en presión, esa de
que tenemos que saber hacia dónde estamos yendo. Tenemos que suponer que
estamo...
No suelo mirar mucho para arriba, ni para los costados, ni para ningún lado. Cuando camino voy pensando en caminar y nada más. Aunque algunas veces, como la vez en la que le sugerí a Inéz que sacar la foto, me ilumino y veo alguna cosa que me parece interesante. Claro, después viene ella y hace que la foto quede linda, pero antes lo imaginé todo yo, no crean otra cosa.