anónimo y triste

Año 2006. Llego a la casa de mis abuelos, donde iba todas las semanas a revisar si había llegado por correo alguna cuenta para pagar y para ordenar un poco la casa (ellos no estaban viviendo ahí). Al abrir la puerta encuentro algunos papeles que habían pasado por debajo, así que los levanto y los miro.
Cuenta de la luz, cuenta del agua, tarjeta de crédito, y... ¡¿y esto?! Un sobre blanco sin remitente con una hoja y una nota adentro.
La nota, escrita en máquina, decía lo siguiente (pasar el ratón sobre la imagen para que se agrande):




Porque hay gente mala que no entienda que si torturan a un ser indefenso deberan pagarlo recaro.Que a bo te importa un pepino que el pobre animal esta sufriendo atado y para rematar ni le da de comer es cosa suya pero si no le da de comer y no lo suelta, acabará dentro de una caja de metal bajo tierra.
Porque los que han torturado a un ser indefenso no merecen ber la luz del sol.


Las faltas de ortografía son así, no están editadas.

El terror se apoderó de mí por un instante. ¿Estaba algún tipo de justiciero tras mis abuelos para castigarlos por una mascota que ellos no tenían (es muy chica la casa y es imposible tener mascotas)? ¿Me iban a atacar a mí?
Nunca lo supe, pero lo más probable es que el anónimo estuviera errado, porque es imposible que hagan referencia a un animal atado en ésa casa donde yo estaba porque nunca hubo animales ahí (aparte de mí, claro).

¿Por qué el título es
anónimo y triste? Porque no debe haber cosa más triste que tomarse el trabajo de, primero indignarse, luego pensar en algún método para coaccionar a la otra persona, después buscar una máquina de escribir, tipear el mensaje, para finalmente dejarlo bajo la puerta de una casa errada.
Pobre anónimo, pobre.